Pipo, el Chamaco Inalcanzable
"Pipo, el Chamaco Inalcanzable"
Con sus carritos y bolillo en mano,
jugaba Pipo como un niño fiel,
soldaditos marchando en su cuartel,
soñando aventuras de un mundo lejano.
Pedía veinte tamales con afán,
sin compartir, disfrutaba contento,
en su festín no cabía el lamento,
los niños jugaban con él sin plan.
Reía Pipo en su reino infantil,
con cada bocado crecía su encanto,
su corazón puro brillaba tanto,
un niño gigante, feliz y gentil.
Jugaba y reía sin preocupación,
Pipo, eterno niño, de puro corazón.
Poema hecha con anécdota compartida:
"Pipo, el niño grande. Le gustaba jugar con sus carritos, comer su bolillo y aparte jugar con sus soldaditos. Siempre pedía 20 tamales para comérselos todos. Los niños venían a jugar con él."
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